Hacía más de dos años (al menos en La Piedad) que no cubría un evento como el de este martes 17 de enero, donde la visita del gobernador paralizó la atención de funcionarios de instituciones locales, vecinos de una comunidad y por supuesto, la prensa local. Desde el lunes por la noche, sabíamos acerca de su visita, un tanto apresurada, por cierto, pues los preparativos para un evento como el que se organizaría requerían la habilitación de un espacio para las reuniones programas, mamparas, discursos, desayunos, habilitación de una pista de aterrizaje de naves aéreas y protocolos de seguridad.

 

La espera

 

Las personas que esperábamos al gobernador Silvano Aureoles nos dimos cita en las instalaciones de una de las universidades de la ciudad desde las nueve treinta de la mañana para una reunión de seguridad regional que sostendría a puerta cerrada el titular del Ejecutivo estatal con primeros mandos de instituciones de seguridad y posteriormente con alcaldes de  varios municipios para abordar el tema de los resultados de las estrategias implementadas en la región. Así, funcionarios públicos locales y estatales, la prensa y uno que otro curioso esperábamos a sabiendas de que si hay algo que distingue al gobernador es su impuntualidad. Si bien se trata por un lado de estrategia de seguridad, no puede pasarse desapercibido el hecho de que es también una manera de generar expectativa y dar mayor importancia a su imagen como autoridad. Militares, chefs, estudiantes de gastronomía y anfitriones iban y venían, hacían llamadas telefónicas a la espera de órdenes y otros simplemente observábamos. Transcurrieron los minutos y un par de horas, se escuchaban algunos helicópteros sobrevolando la ciudad, pero no podría ser el gobernador porque él se traslada en jet. Mientras esperábamos algunos ya molestos se escuchaban charlas acerca de la premura en que son confirmados estos eventos y las implicaciones logísticas para los anfitriones.

—Deberían de avisar la hora exacta de su llegada y no tenernos aquí esperando con tanta anticipación— se quejaban algunos. Mientras sobrevolaban algunos helicópteros yo recordaba otras visitas, donde hacían trabajos de avanzada al menos cinco helicópteros para disfrazar la llegada de Aureoles Conejo.

 

La llegada

 

Finalmente pasadas las doce, arribó el mandatario estatal, quien había girado instrucciones a los funcionarios de seguridad de dar inicio con la primera reunión, a la que se integró para afinar instrucciones y dar paso a los veinte alcaldes que le esperaban desde las diez de la mañana, esta reunión también se llevó a cabo a puerta cerrada por los asuntos que tratarían. — ¿Qué sentido tiene que esperemos si la reunión es privada?— pensé mientras escuchaba los pormenores de su llegada; donde no bastaba con arribar en un jet de uso exclusivo y establecer un protocolo con uso de helicópteros, sino que era necesario enviar una de estas naves a cerciorarse que la pista de aterrizaje esté en perfectas condiciones y regresar al punto de origen, es decir, Morelia, y luego regresar nuevamente para la llegada del gobernador.

Las reuniones se demoraron unas dos horas y aun así permanecíamos en espera, pues estaba programada la inauguración de una calle en la comunidad de El Salto, así que una vez concluidas las reuniones nos dirigimos al lugar donde sería inaugurada la obra, donde con un discurso breve y escuchar las inquietudes de algunos ciudadanos, el gobernador se retiró haciendo uso del costoso equipo de traslado con el que seguramente acude a cada lugar que visita.

 

Los cuestionamientos

 

Las visitas de funcionarios de este rango son aun bien recibidos por la población porque es una de las maneras más directas de externar sus inquietudes, además es deber de los funcionarios cumplir con dichas peticiones. Sin embargo ¿cuántos recursos se gastan en un operativo de este tipo que están dejando de ser destinados a acciones prioritarias? ¿En qué momento el gobierno estatal adquirió semejantes naves aéreas? ¿Cuáles son los costos para los michoacanos al  sufragar el costo del combustible de un jet, helicópteros, camionetas blindadas y demás vehículos para desarrollar un evento de estos? ¿Por qué esperar tantas horas y paralizar media ciudad durante tanto tiempo?