
También Mario Flores y la peluquería de “Los Capires” fueron toda una “institución” socias de mediados del siglo pasado; Mario Flores fue un personaje inolvidable de mediados del siglo pasado de oficio bolero o betunero como dicen los Españoles, también con el, la naturaleza no fue muy generosa y nació con un pie deforme, me parece que fue el derecho y por esa razón “rengueaba” al caminar y casi siempre se le encontraba trabajando en la peluquería de “Los Capires”, Jesús y José Celis, así se llamaban ellos.
También con Mario, si la naturaleza fue ingrata por una gran inteligencia y facilidad de palabra y en su muy bien peinada cabeza se encontraba almacenada mas Historia de México que en enciclopedia “México a través de los siglos” también dominaba ampliamente la política; así es que ya se imaginará usted querido lector los ratos tan agradables que se pasaba uno en ese lugar escuchando los eternas y fraternales controversias entre los hermanos Celis y la enciclopédica sabiduría del “Manquito” Mario Flores, nada mas que debería usted poner mucha aleación al corte de pelo que estaban haciendo los hermanos Celis por que se enfrascaban tanto en sus alegatas sobre todos los temas que en un descuido y lo dejaban a usted sin una oreja.
Mario Flores fue un personaje inolvidable para mi por que en una ocasión en que estaba el sentado en una banca de la plaza muy triste, tal vez por que no le había caído ninguna “boleada”, me senté a platicar con el y como yo también por alguna razón andaba medio alicaído, para levantarme el animo me recito unos versos del Poeta Español Manuel Machado y que mas o menos van así a la vuelta.
“Caminante son tus huellas
El camino y nada más;
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar”
“Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar,
Pasar haciendo caminos,
Caminos sobre el mar”
Antonio Machado.
Un día emigró a la Ciudad de México nuestro querido Mario, encontró trabajo como guía de turistas en el Castillo de Chapultepec, pero debido a sus muy bien fundados sentimientos patrios, en una ocasión tubo problemas con unos turistas norteamericanos por cuestión de la Guerra de Texas y me lo pusieron de patitas en la calle finalmente la última vez que lo vi fue allá por San Bartola Nacalpan muy triste con su inseparable cajón de bolero y un rosario de zapatos viejos colgándole al cuello y de ahí pal.
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