
Lobos vivió en el torneo de otoño 2016 de La Liga LEXFA Bajío el peor de su historia. Seis derrotas de seis juegos fue el saldo del conjunto piedadense al término de la campaña regular, ocupando por tanto la última posición de la conferencia platino.
Aun cuando mejorara el equipo especialmente en defensiva, como el coach Carlos Medel mencionara, no fue suficiente para rescatar al menos un resultado positivo.
Aunado a los malos resultados, la escuadra de Lobos sufrió en cada encuentro para completar ambas líneas de juego. Incluso, enfrentaron compromisos sin tener cambios, por lo que las lesiones no se hicieron esperar.
Esa situación de contar con un limitado plantel mermo de manera seria a Lobos, que se perdió el compromiso de visita ante Berrendos de San Luis, debido a no contar con el grupo suficiente para realizar el viaje; ese duelo, lo perdieron por default.
Sin campo
No solo sufrieron fuera de casa, sino en su primera ciudad batallaron para contar con terreno de juego local. En primera instancia, el empastado de la Ciudad de Los Niños fungió como su sede, pero para el último cotejo debieron mudarse.
Sin embargo, el cambio de campo no fue sencillo para el combinado piedadense que, en primera instancia se mudarían al El Corralón, situación que por fallas en la comunicación no se completó y de manera emergente lograron jugar en la unidad Bicentenario.
Falta de compromiso
Carlos Medel, coach del equipo, indicó que la falta de compromiso y las fallas de organización impidieron tener una buena participación en la copa de otoño. Argumentó que elementos que solo querían equiparse y jugar era una de las situaciones más complejas, así como la inasistencia a entrenamientos.
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