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La posada del gobierno municipal fue más importante para la Dirección de Deportes Municipal que su propias responsabilidades, pues la tarde de ayer, mientras estaban en el festejo decembrina, dejaron cerrado con candado el campo empastado de la unidad Humberto Romero Pérez.
Como cada jueves un grupo de piedadense juega en dicha cancha y enseguida, la escuela de Conchos realiza sus respectivos entrenamientos y, para poderlos realizar, tuvieron que ingresar al terreno de juego brincando por encima de la malla ciclónica o bien, levantando la misma para acceder.
Y es que, la entrada al campo estaba cerrada con candado y no había personal de la dependencia presente en la unidad deportiva que pudiera liberar el acceso.
Además, las luminarias que apuntan al campo y que permiten la visibilidad de la pista a su alrededor no se prendieron durante la noche de ayer, impidiendo a la población realizar ejercicio en el lugar.
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