
Ropa adecuada para campo, mochila a la espalda con todos los enceres necesarios para una exploración de lo desconocido: lámparas de mano, cuerdas, cuchillo, agua y comida y la decisión de lograr el objetivo que se han fijado; todo esta listo para la gran aventura: encontrar, explorar y conocer el gran tesoro que se encuentra escondido en la misteriosa cueva del Cerro Grande.
Desde los tiempos pasados, ya lo abuelos en sus pláticas referían los misterios ocultos de esa gran montaña, se hablaba de un hoyo no grande a la vista, pero de profundidad incalculable:
– “es un volcán de aire; si se avienta adentro un sobrero, este saldrá de vuelta por el aire que sale de debajo de la tierra”, decían muchas personas y sobre todo aquellas de quien se sabía y habían estado muchas veces en el Cerro Grande;
-“Si esa es una, pero hay otra, una cueva enorme, se entra por un hoyo en el piso donde apenas cabe una persona, se mete arrastrando, pero ya adentro, la cueva se abre, el techo esta muy alto y la caverna se ve que no tiene fin; esta cueva comunica hasta la “Barranca del Tigre”, que está en el cerro de Banquetes; una persona metió en la cueva del cerro Grande unos puercos y salieron en Banquetes”- aseguraban otros.
-“Yo encontré la cueva y me metí y adentro están grandes montones de dinero, son monedas de oro y plata pero si las agarras y quieres salir, se cierra la puerta y una voz te dice: “todo o nada”, pero ¿Cómo le puedes hacer para sacar todo de una vez? No se puede y es mucho”.
-“Si, es cierto, pero también si sacas el dinero, tienes que pagarlo con la vida de alguien de tu familia; sacas el dinero, pero alguien de tu familia se muere”.
-“Andarse metiendo en las cuevas es peligroso, una vez unos hombre se metieron en una y como estaba muy onda, amarraron a uno de la cintura con un lazo y lo bajaron y cuando llegó hasta debajo de la cueva, para su sorpresa vio que adentro estaban unos hombres sentados jugando baraja y de pronto voltearon a ver al que habían bajado y toso ellos tenían los ojos rojos y brillantes, eran el diablo que estaba adentro y como los tesoros tiene tanto tiempo enterrados, pues el diablo ya se posesionó de ellos”.
-“Yo encontré la entrada de la cueva y adentro, no muy hondo, esta una como plataforma de piedra y sobre ella esta un como baúl pequeño, muy bonito, pero no se que tenga adentro por que no lo abrí”.
-“También la cueva comunica con el Cerro de Zaragoza”, agregaban otros, y mas:
-“En el Cerro de Zaragoza, esta la Cueva de la Campana, es una cueva que no tiene fin, dentro las lámparas se apagan y se oyen ruidos extraños; quien quiera entrar debe tener mucho cuidado por que dentro de la cueva esta un monstruo; esta cueva va en dirección al Cerro Grande y comunica hasta haya donde esta la otra entrada, las personas que se han animado a entrar, no han vuelto a salir.”
Muchas, son ya muchas las versiones y los osados aventureros que aseguran que casualmente se han topado con la entrada misteriosa de la Cueva del Cerro Grande y mas aun los aventureros que dando por realidad las narraciones que gravitan en torno del imponente, majestuoso y ya muy viejo cerro, se lanzan en pos de desentrañar el misterio; soñando con localizar la famosa entrada de la cueva y deslumbrarse con la inimaginable cantidad de riquezas en monedas y que no se sabe quienes fueron los que las ocultaron en las entrañas de la montaña. Pero seguramente están allí, son muchas las personas que la han visto y han entrado en ella, por lo tanto debe existir.
Los años transcurren, las generaciones cambian y las leyendas de la Cueva del Cerro Grande, continúa deslumbrando la imaginación de narradores. Testigos y nuevos conocedores; son muchas las personas que aseguran que la cueva existe y la han explorado, pero a pesar de todo solo hay una realidad: nadie, absolutamente nadie, ha logrado encontrar de nuevo la desconocida entrada a la cueva.
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