Vendedores de tacos, de birria, de antojitos y de botanas dieron a conocer la mañana de ayer la lamentable situación desfavorable economicamente hablando que vivieron el pasado fin de semana el el Festival del Globo que se llevó a cabo en la Presa Nueva de Ticuitaco el pasado fin de semana.

En el caso de uno de varios vendedores de tacos, se dijo que se le cobró un total de mil pesos por el derecho a vender tacos, además de que él tuvo que hacer una inversión de 3 mil pesos, sin contar lo que se gastó de gasolina y empleados.

Las malas ventas fueron tales que el joven taquero tuvo ingresos de 2 mil 800 pesos, que no le dan ni para haber salido con sus gastos, es decir, que el hecho de haberse ido a vender su producto al Festival del Globo le salió caro, ya que no hubo ingresos y aún así se tuvo que pagar la cuenta a la carnicería que facilitó a crédito la carne que estaría en venta.

En el caso del vendedor de birria, se habla de una inversión de 13 mil pesos en carne y los ingredientes de mole, salsa, tortillas, gas, desechables y gasolina para el vehículo que transporta el equipo, además de dos ayudantes y un costo de 3 mil pesos del permiso de venta en el lugar, y sólamente se vendio la cantidad de 6 mil 830 pesos, por lo que no se llegó ni a la mitad de la inversión.

Y es que de acuerdo al reporte de los vendedores se trataba de más de cien vendedores los que se admitieron en el suceso, de manera que esta situación de venta, fue completamente contraproducente para los vendedores quienes, ahora se ven mermados y lastimados en el bolsillo por el interés de haber buscado participar en esta situación, en la que tenían sus esperanzas de lograr una buena venta y mejorar la economía familiar.

Desafortunadamente y a pesar de las grandes cantidades que maneja en asistencia el reporte de la Dirección de Comunicación Social de personas que ingresaron al lugar, se habla de que los asistentes no gastaron en consumir los productos que se ofertaron en el suceso.
De esta manera, se habla de que las ventas no fueron las esperadas, por lo que muchos de los comerciantes que hicieron acto de presencia, se mantienen completamente desanimados por las malas ventas.